No recuerdo si antes me gustaba, recuerdo sí que antes podía y quería hacer muchas más cosas de las que siento que puedo hacer hoy. Cuando pienso en él o lo veo así de buenas a primeras, siento rechazo. Él no me hace favores, y yo decidí hacer lo mismo con él porque evidentemente nos odiamos el uno al otro. Muchas veces lo lastimo o lo arruino sin darme cuenta, distraída, ocupada en algo más, en cosas que evidentemente me gustan más que él. Quizás no me acuerdo si antes me gustaba porque antes me desagradaban solo una o dos cosas, como a la mayoría le ha de pasar, pero ahora es distinto porque el desagrado es total. No me gusta cómo se ve, no me gusta como se mueve ni cómo reposa, no me gusta como se siente, no me gusta cómo actúa, cómo funciona, no me gusta cómo duele, tampoco cómo se acomoda o desacomoda, su tensión, ni sus necesidades. No quiero que lo vean, no quiero que lo toquen, no soporto llevarlo a cuestas a todos lados sin poder abandonarlo. No puede hacer las cosas q...